Está en nuestras manos
En una sociedad orientada hacia el mercado, los consumidores ejercen una enorme influencia. La disponibilidad de productos responde a la demanda. Esto significa que todos podemos contribuir a la dirección que toman la pesca y la acuicultura hacia un camino sostenible.
El resultado de décadas de pesca excesiva y destructiva muestra que las poblaciones de peces están disminuyendo en muchas regiones y que el frágil ecosistema oceánico ha sido seriamente dañado. Si seguimos así, no sólo experimentaremos efectos devastadores sobre las especies marinas, sino también sobre las personas que viven de los tesoros del mar o de la pesca.
La buena noticia es que los mares tienen el potencial para alimentar a miles de millones de personas, si tratamos los recursos de manera sostenible. Con planes de gestión a largo plazo, usando métodos de pesca inteligentes, podemos evitar las capturas incidentales y proporcionar a las poblaciones de peces la oportunidad de recuperarse y mantenerse a niveles sostenibles. En lugar de maximizar las ganancias a corto plazo, la pesca sostenible puede significar beneficios económicos a largo plazo y permanentes. La pesca sostenible contribuye al desarrollo económico estable y asegura la subsistencia de las comunidades de pescadores y de trabajadores de la industria pesquera. Esto también nos afecta en España, con un 26% del empleo del sector pesquero de la UE, y mares próximos, como el Mediterráneo, donde hay unos 250.000 pescadores [1], así como cientos de millones de personas en los países en desarrollo que dependen directa o indirectamente de la pesca [2].
¿Quién es responsable?
Aunque es responsabilidad de los gobiernos establecer las condiciones adecuadas para desarrollar una pesca sostenible, es también responsabilidad del consumidor liderar las mejoras a través de un cambio en su manera de pensar y comprar. Si el pescado de origen sostenible tiene mayor demanda, los restaurantes, los supermercados y los importadores se lo demandarán a los productores y proveedores que deberán cambiar sus métodos de pesca o de producción acuícola en consecuencia.
Así que exigir pescado de acuicultura y pesca sostenible, asegurarse que está bien etiquetado, conocer su origen o buscar los logotipos de referencia como son MSC o ASC ya es parte de la solución. Está en nuestras manos marcar la diferencia real e incentivar la pesca responsable y sostenible ambiental y socialmente.
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[1] General Fisheries Commission for the Mediterranean. Current Situation of Small Scale Fisheries in the Mediterranean and Black Sea: Strategies and Methodologies for an Effective Analysis of the Sector. Page 18. http://www.ssfsymposium.org/Documents/FullVersion/BPI.pdf
[2] HLPE, 2014. Sustainable fisheries and aquaculture for food security and nutrition. A report by the High Level Panel of Experts on Food Security and Nutrition of the Committee on World Food Security, Rome 2014. Page 34. http://www.fao.org/3/a-i3844e.pdf