WWF hace públicos los resultados de una nueva investigación de WWF sobre los beneficios socioeconómicos y ambientales del Proyecto de Mejora Pesquera de la pesca del atún en Filipinas. El informe revela que los cambios impulsados ​​por el mercado europeo hacia el desarrollo sostenible están teniendo grandes efectos positivos en los países en desarrollo. Filipinas es el principal proveedor de atún de la UE.

«La demanda de los consumidores europeos, los minoristas y las empresas, así como la presión política ejercida por la UE, han generado cambios notables beneficios en los recursos marinos y en la forma de subsistencia de quienes dependen de ellos», afirma Raúl García, experto en pesca de WWF.

Cabe recordar que el atún es el principal producto pesquero en Filipinas. En 2013 fue la exportación pesquera número uno, con un valor total de 509 millones de euros. Casi el 50% de este valor corresponde a exportaciones hacia la UE.

El análisis de un proyecto de mejora de la pesca en dos zonas de Filipinas (Lagony Golf y Mindoro) – que apoya a 6.000 pescadores para cambiar sus pesquerías hacia un mercado sostenible y de mejor calidad para el mercado europeo – puso de manifiesto una multitud de efectos positivos:

Leyes y controles de la UE, tarjetas roja y amarilla, inminentes prohibiciones de importación por no adoptar medidas contra la pesca ilegal, no reglamentada y no declarada (INDNR)

Demanda de atún de aleta amarilla sostenible y de mejor calidad por parte de los consumidores europeos, los minoristas y las empresas.

Asimismo, se observaron las siguientes mejoras:

Impactos ecológicos positivos: la pesca sostenible y legal conduce a contar con reservas de peces sostenibles y a una competencia leal

Impactos sociales positivos: mejores ingresos conducen a mejores medios de subsistencia

Impactos positivos de la gobernabilidad y el aumento de las inversiones de los gobiernos nacionales y locales

Impactos socioeconómicos positivos en ámbitos como la igualdad de género y el empoderamiento de la sociedad civil

El estudio de caso demuestra que «Para continuar con los avances y asegurarnos que el mercado europeo promueve una pesca sostenible y responsable en los países en desarrollo, los consumidores debemos exigir información, transparencia y productos sostenibles. Los distribuidores y procesadores deben promover políticas de sostenibilidad. Y las autoridades han de asegurar el cumplimiento de la legislación vigente en pesca ilegal, trazabilidad y etiquetaje», Raúl García pide a los consumidores, a las empresas y a los políticos que continúen avanzando por este camino.